Su fórmula de alta tolerancia dérmica asegura un gran poder de arrastre de las impurezas, respetando siempre el equilibrio y la integridad de la piel.

Está indicada para la limpiar y desmaquillar rostro y los ojos. Con un solo gesto, el agua micelar realiza tres acciones: desmaquilla, limpia y refresca la piel sin aclarado. Sustituye a la leche limpiadora, al tónico y al desmaquillante de ojos, dejando la piel limpia, libre de impurezas, suave, luminosa y tonificada.

De su formulación, las aguas micelares son una auténtica revolución y han marcado una nueva era en la limpieza cutánea: un solo producto, en un solo paso, para desmaquillar y limpiar al instante, sin necesidad de aclarar. Aptas para todo tipo de pieles, eliminan impurezas de forma suave, sin irritar ni resecar y sin dejar sensación de grasa. Un gesto diario necesario para que la piel tenga un aspecto más luminoso.